En la antigua cultura griega, la gastronomía siempre
tuvo una especial importancia, hasta el punto de que en la enseñanza de los
jóvenes, en la que se incluían disciplinas como la filosofía, la astrología,
geometría, medicina, etcétera, junto con otras ciencias y artes, recibían
también enseñanzas de cocina, que los formadores consideraban al mismo nivel
que las impartidas, por ejemplo, en relación a la poesía.